
Cuando todo termina sin aviso: El dolor de un final repentino
Cuando todo termina sin aviso: El dolor de un final repentino
¡No eres tú, soy yo!
Desapareció sin explicación: Después de cinco años de relación, Laura recibe un mensaje de despedida de su pareja, sin previo aviso ni conversación previa. Ella queda devastada, intentando entender cómo alguien tan cercano puede cortar el lazo de esa manera.
De la convivencia al silencio absoluto: Martín y Paula vivían juntos, pero un día, al regresar a casa, Martín encuentra que Paula ha empacado todas sus cosas y se ha ido sin dejar una nota. No hay llamadas, ni mensajes. El vacío y la incertidumbre lo abruman.
Corte abrupto después de un viaje perfecto: Juan y Sofía acaban de volver de unas vacaciones donde todo parecía estar bien. Sin embargo, días después, Sofía le dice a Juan que ya no puede continuar la relación, dejando a Juan completamente sorprendido y confundido.
Todo iba bien, hasta que un día dejó de responder: Marcos y Ana estaban en una relación estable de dos años, compartían planes a futuro, pero de repente Ana dejó de responder llamadas y mensajes. Sin explicaciones, Marcos queda con el dolor de no entender qué falló.
Una relación aparentemente perfecta que termina de un día para otro: Lucía y Alejandro parecían tener una relación sólida, hasta que Alejandro, en una cena casual, le dice que necesita «espacio» y se va sin más detalles. Lucía queda completamente desconcertada y dolida.
No eres tú, soy yo: Tras varios meses de noviazgo, todo parecía ir bien, pero una noche, Tomás le dice a Mariana que ya no siente lo mismo y termina la relación abruptamente, sin darle espacio para entender lo que pasó.
Promesas de futuro que se desvanecen en un instante: Mónica y Javier planeaban casarse, pero una semana antes de la boda, Javier cancela todo sin dar explicaciones claras. Mónica queda devastada, intentando juntar las piezas de lo sucedido.
¿Qué tienen en común estos personajes? Los finales repentinos en una relación muestran un cambio de planes personales y de pareja en la comunicación, confianza y compromiso mutuos. Una ruptura aparentemente impredecible, no planeada, inesperada, no deseable, incontrolable, abrupta y con pocas o ninguna explicación clara. Ello, genera un impacto emocional profundo que desestructura al menos a uno de los miembros de la pareja, quien queda sorprendido, perturbado, alterado, en la incertidumbre y enfrentando una confusión terrible, acompañado del dolor y las dudas de ¿por qué pasó todo esto?
Introducción
No tengas miedo de dejar a nadie, que solo está cuando necesita algo de ti.
Las relaciones de pareja, en muchos casos, son vistas como un espacio de crecimiento mutuo, apoyo y estabilidad emocional. Sin embargo, no todas las relaciones logran alcanzar estas metas de manera continua o armoniosa. En ocasiones, el final de una relación llega de forma inesperada y abrupta, dejando a uno o ambos miembros de la pareja en estado de conmoción y sin una comprensión clara de lo que ha sucedido.
Todas las relaciones, tienen un principio, un desarrollo y un fin, aún las más bonitas y estables, porque es parte de la vida y es un proceso de vida. Sin embargo, cuando las relaciones románticas fracasan, es relativamente raro que la ruptura sea mutuamente deseada. Algunas investigaciones señalan que las mujeres son quienes deciden más llevar la relación a la ruptura, muy probablemente porque parecen estar más atentas y sensibles a los problemas de la relación. (Franzoi, 2007, p. 478).
Estos finales repentinos pueden surgir por diversas razones: falta de comunicación, cambios drásticos en las circunstancias de la vida, infidelidades o incluso por miedos personales no resueltos. Lo que en general hace que estos desenlaces sean tan impactantes es la ausencia de señales claras o predecibles de que la relación estaba en peligro. De la noche a la mañana, lo que parecía un lazo indisoluble y estable se disuelve, desencadenando un profundo dolor emocional.
Sin embargo, en la paradoja puede no haber señales para uno de los miembros de la pareja. ¿Qué tan cierto es esto? Muchas veces, estar completamente enamorado de la pareja, no nos permite ver los puntos de conflicto, las banderas rojas que pudieron haber existido desde el principio en la relación. Otro más, es ser dependiente de la pareja y un buen día, el más independiente se cansa y abandona la relación. No es completamente un misterio que uno de los dos se vaya de forma aparentemente repentina. Pudo irse deteriorando de forma paulatina la relación y las personas se van alejando, esto es un duelo silenciado, ya no se está en el mismo compromiso, y puede convertirse en un duelo progresivo hasta llegar a la separación. En resumen, pueden presentarse al menos tres tipos de duelos repentinos relacionados con el fin de una relación de pareja.
Duelos individuales súbitos y progresivos invisibles
- Se trataba de una relación simulada o amor falso. Si una persona ha estado engañándote, es imposible que se convierta en una relación sana. Por ejemplo, desaparecer de forma súbita o ghostear a la pareja.
- La relación romántica nació enferma y uno o los dos tenía algún tipo de trastorno mental o diversidad neurológica, por lo tanto, muy difícilmente se convertiría en una relación de pareja estable. La persona puede ser egoísta, egocéntrica o era adicta al estatus social, financiero, intelectual, físico, espiritual, o a algo que ya no le puedes proporcionar. (Lee, 2024). Por ejemplo, traumas emocionales no resueltos.
- Y, las relaciones que, aunque empezaron aparentemente bien, se desgastaron, lenta o súbitamente y terminó con las separación o abandono de uno de los amantes. Este desgaste paulatino se explica más adelante con la teoría del desgaste relacional. Por ejemplo: Diferencias irreconciliables o el cambio de planes por alguno de los miembros de la pareja.
Cada uno de los amantes, podrá vivirlo de manera diferente, pero la persona que no esperaba un desenlace de esta naturaleza, es quién saldrá más lastimado y con mayor dolor emocional. Igor Caruso describe la separación de los amantes; como una experiencia frustrante y especialmente dolorosa: es la muerte del otro en nuestra vida y la muerte de nosotros en la vida del otro, es una muerte narcisista, porque se muere en la conciencia del otro. Es una mutilación del yo y la pérdida de la identidad, en el nosotros. Donde el amor puede transformarse en odio. Y, el dolor producido por una separación, es uno de los más terribles que podemos soportar, si acaso lo podemos soportar como seres “normales”. (Caruso, 2020, pp. 7-15). Por lo tanto, como puede observarse, es un evento, que desestructura a cualquiera, pero sobre todo a quien es abandonado.
Explorar las causas de estos finales repentinos y comprender su impacto puede ser clave para aprender de estas experiencias y, eventualmente, sanar de manera más efectiva.
Las relaciones de pareja, en su esencia, son vínculos emocionales que requieren tiempo, compromiso y esfuerzo mutuo para prosperar. Sin embargo, no todas las relaciones siguen un curso estable o predecible. Algunas terminan de manera abrupta, dejando a ambas partes sorprendidas, confundidas y con un torbellino de emociones sin resolver. Un final repentino puede ser devastador y, a menudo, difícil de procesar, ya que las personas involucradas no siempre están preparadas para enfrentar el desenlace inmediato de lo que pensaban que era una relación sólida. Mientras más expectativas de felicidad conlleven, más dolorosa, será la caída.
El equipo de las parejas disparejas en radio, en la ciudad de México, que conducen los doctores Fidelia Martínez y Juan Antonio Barrera, analizaron los finales inesperados y repentinos, mediante una investigación documental y cualitativa encontrando los siguientes resultados:
Se describen las causas o etiología, las consecuencias emocionales que producen, cómo las personas pueden empezar a sanar y comprender estas rupturas tan inesperadas. Y, algunas investigaciones relacionadas con este interesante tema.
Causas comunes de finales repentinos
Causas personales o individuales
- Ghostear o desaparecer sin previo aviso. Dicho concepto se utiliza en las redes sociales cuando un pretendiente, amigo o contacto, desaparece sin previo aviso y materialmente se convierte en fantasma o ghost, en inglés. Es importante considerar, sí la pareja potencial, realmente había establecido un vínculo real o solo fue producto de nuestra necesidad de afiliación.
- Cambios drásticos en las circunstancias personales. Muchas relaciones terminan repentinamente debido a cambios inesperados en la vida de uno o ambos miembros de la pareja. Estos pueden incluir cambios de trabajo, mudanzas a diferentes ciudades o países, crisis familiares o emergencias que desvían la atención de la relación. A menudo, estos eventos provocan un estrés significativo que dificulta la continuación de la relación, y sin la comunicación adecuada, uno de los miembros puede decidir abruptamente terminarla o simplemente desaparecer. En estos casos, el final puede sentirse fuera de control y sorprendente para la otra persona. La pérdida del amor o del interés en la pareja sin explicaciones claras o procesadas, aleja a los miembros y puede terminar separándolos definitivamente. La falta de conexión o satisfacción dentro de la relación, que no se expresa y se acumula hasta provocar la ruptura. Muchas veces, las relaciones se desgastan, pero no alcanzamos a ver las señales por sentirnos ilusionados. Ten la certeza, que si cometiste un error, que la otra persona considera irreparable, simplemente podría irse sin dar explicación alguna.
- Cese o interrupción en la comunicación. La comunicación es el pilar fundamental de cualquier relación. Cuando la comunicación se rompe o se vuelve insatisfactoria, los problemas pequeños pueden intensificarse sin que ambas partes sean conscientes de su gravedad. Uno de los miembros puede estar luchando internamente con emociones o problemas no expresados, y cuando finalmente se enfrenta a una acumulación de conflictos no resueltos, puede decidir terminar la relación de manera abrupta. La falta de comunicación puede hacer que el final sea una sorpresa total para el otro, quien probablemente no haya percibido el malestar creciente. La incapacidad de expresar sentimientos o preocupaciones dentro de la relación, crea las condiciones para separarse.
- Infidelidad o traición. La infidelidad es una de las razones más comunes detrás de un final abrupto. Descubrir una traición puede ser un golpe devastador para la confianza en la relación. En muchos casos, la persona engañada decide poner fin a la relación de inmediato, incapaz de procesar la traición. La traición, ya sea emocional o física, suele ser un detonante que genera reacciones drásticas. La naturaleza repentina de este tipo de ruptura está relacionada con la intensidad del dolor y el shock al descubrir una infidelidad.
- Diferencias irreconciliables. Algunas parejas descubren, de repente, que tienen diferencias profundas en sus valores, metas o expectativas. Estas diferencias pueden ser latentes durante mucho tiempo y finalmente explotar en un solo evento que desencadena el final de la relación. Problemas como las decisiones sobre tener hijos, la incompatibilidad de estilo de vida o las creencias políticas o religiosas pueden llevar a un final inesperado cuando uno de los miembros de la pareja decide que esas diferencias son insuperables.
- Miedo al compromiso. El miedo al compromiso también es un factor que puede precipitar un final repentino. Algunas personas, cuando sienten que la relación está avanzando hacia un mayor compromiso o una mayor seriedad, experimentan una sensación de pánico y escapan abruptamente de la relación. En estos casos, la otra persona puede verse completamente sorprendida, ya que no percibe ninguna señal previa de insatisfacción o duda por parte de su pareja.
- Problemas emocionales no resueltos: Traumas o inseguridades pasadas. Las personas que llevan consigo traumas emocionales o inseguridades de relaciones anteriores pueden, sin darse cuenta, proyectar esos miedos en la relación actual, lo que puede llevar a una ruptura repentina cuando no pueden enfrentar esos problemas. Presentar baja autoestima, ansiedad o problemas emocionales no resueltos que afectan la relación, complican más estos aspectos emocionales.
- Monotonía o falta de interés: Desgaste emocional. Con el tiempo, algunas relaciones pueden caer en la rutina y perder la chispa. Si uno de los miembros siente que ya no hay conexión emocional o interés, puede decidir terminar la relación sin previo aviso.
- Expectativas no cumplidas: Desilusión con la relación. Cuando una persona siente que sus expectativas sobre la relación no se están cumpliendo, ya sea en términos de apoyo emocional, crecimiento personal o metas compartidas, puede optar por una ruptura abrupta al no ver futuro en la pareja.
- Celos y control excesivo: Ambiente tóxico. Los celos y el control pueden llevar a una ruptura repentina si uno de los miembros de la pareja se siente sofocado o constantemente vigilado. La falta de confianza y libertad puede hacer que una persona decida terminar la relación sin advertencias previas. Evitar confrontaciones y conflictos sobre problemas importantes, puede terminar en una ruptura repentina.
- Violencia emocional o física: Maltrato o abuso. Cuando una relación se vuelve abusiva, ya sea física o emocionalmente, la persona que sufre el abuso puede decidir de manera repentina terminar la relación para protegerse a sí misma y recuperar su bienestar.
Causas sociales o ambientales
- Presión social por tener una pareja (presencial, virtual o simbólica en redes sociales): En la sociedad actual, la presión por estar en una relación es constante. Las redes sociales amplifican esta expectativa, mostrando versiones idealizadas de las relaciones. Sin embargo, lo que ves en las redes, no es lo que es. Muchas personas sienten la necesidad de estar en pareja, ya sea para cumplir con las normas sociales o proyectar una imagen de éxito personal. Esta presión puede llevar a conexiones superficiales o relaciones apresuradas que terminan abruptamente cuando las expectativas sociales no coinciden con la realidad.
- Amor líquido (Zygmunt Bauman): El concepto de «amor líquido» de Bauman describe la fragilidad de las relaciones modernas, caracterizadas por su volatilidad y falta de compromiso duradero. En una sociedad líquida, los vínculos afectivos tienden a ser efímeros, adaptándose a las dinámicas rápidas y flexibles de la modernidad. Esto se traduce en finales repentinos, ya que las relaciones carecen de una base sólida que las sustente en el tiempo, y las personas se mueven constantemente hacia nuevas experiencias.
- Relaciones inestables e insatisfactorias: La inestabilidad en las relaciones, ya sea por falta de comunicación, confianza o satisfacción emocional, es una de las principales causas de rupturas abruptas. Las personas permanecen en relaciones que no cumplen sus expectativas o necesidades, generando frustración. Eventualmente, el peso de la insatisfacción desencadena el final repentino, al sentir que la relación no tiene futuro o no mejora.
- Presión del entorno familiar para dejar a la pareja: A menudo, las familias ejercen una influencia significativa en las decisiones de las personas en cuanto a sus relaciones. La presión para conformarse a los valores o expectativas familiares puede precipitar el fin de una relación, incluso si la persona no está completamente segura de querer terminarla. Las opiniones y críticas del entorno familiar pueden tener un impacto emocional importante, acelerando decisiones que de otro modo podrían haberse manejado de forma distinta. Lo mismo sucede con las presiones de amigos y las falsas expectativas sociales relacionadas con lo que debería esperarse de una relación.
- Incapacidad para establecer compromisos: La incapacidad para comprometerse a largo plazo es otro factor crucial. Esto puede derivar de miedos personales, inseguridades o la sobrevaloración de la independencia. En muchos casos, las personas prefieren evitar los sacrificios que una relación estable y comprometida implica, lo que conduce a finales abruptos cuando se enfrentan a situaciones que demandan decisiones de compromiso.
- La cultura del amor romántico: El mito del amor romántico, que idealiza las relaciones perfectas y las emociones intensas, genera expectativas irreales en torno a las relaciones. Cuando la realidad no se ajusta a este ideal, muchas personas deciden terminar la relación de forma repentina. El desajuste entre las expectativas y la realidad puede llevar a la decepción y al desencanto, lo que a su vez alimenta la idea de buscar algo «mejor» en lugar de trabajar en lo que ya tienen. A ello se puede añadir las presiones financieras: dicen que cuando el dinero escasea, el amor sale por la ventana.
- Influencia de la cultura por la gratificación inmediata: En la cultura contemporánea, marcada por el deseo de gratificación instantánea, las personas tienden a perder paciencia rápidamente cuando no reciben la satisfacción que buscan. En el ámbito de las relaciones, esta mentalidad puede llevar a finales rápidos cuando no se sienten «felices» de inmediato, prefiriendo abandonar en lugar de invertir tiempo en resolver problemas o profundizar en el conocimiento de la relación.
- Distancia física: La separación geográfica o falta de tiempo para verse agrava los problemas en la relación. Sobre todo, cuando las parejas viven en otro país o a grandes distancias. El apego se genera con la cercanía. Y, aun cuando la tecnología acerca a las personas, se requiere también de contacto físico.
Estos factores crean un entorno en el que los finales repentinos se vuelven más comunes, pues las relaciones están bajo el constante escrutinio de expectativas sociales y personales que son difíciles de sostener en el tiempo.
Los factores internos y externos pueden actuar de manera aislada o en conjunto, todos ellos están relacionados y contribuyen a que una relación termine de forma repentina. En resumen, las relaciones pueden terminar repentinamente por una combinación de factores. La clave para evitarlos, está en la comunicación abierta, la confianza mutua, el compromiso, el amor y el manejo adecuado de las expectativas y los problemas que surgen dentro de la pareja.
Consecuencias emocionales de un final repentino
Un final inesperado puede dejar a una persona en estado de shock, incredulidad y desamparo emocional. Las emociones pueden variar desde la tristeza profunda hasta la ira, pasando por la confusión y la negación. En algunos casos, al liberarse de la relación provoca satisfacción, en lo paradójico, porque no llevaba ningún rumbo o había más aspectos negativos que positivos. A continuación, se enlistan algunas de las consecuencias emocionales más comunes:
- Sentimiento de rechazo: El rechazo es una de las emociones más duras de procesar tras una ruptura repentina, sobre todo cuando se pusieron grandes expectativas en ella. La persona que fue abandonada de manera abrupta puede sentir que algo en ella no era lo suficientemente valioso o que no fue capaz de mantener el interés de su pareja. Esto puede dañar profundamente la autoestima y generar inseguridad en futuras relaciones.
- Incertidumbre y confusión: La falta de respuestas claras puede sumir a una persona en la confusión, preguntándose constantemente qué salió mal o qué señales ignoró. La necesidad de cierre es fundamental para muchas personas, pero un final repentino rara vez ofrece esa claridad. Esta incertidumbre puede prolongar el dolor emocional y dificultar la superación de la ruptura.
- Miedo a las relaciones futuras: Después de un final inesperado, algunas personas pueden desarrollar un miedo al compromiso en futuras relaciones. El miedo a ser abandonado nuevamente, sin previo aviso, puede hacer que se protejan emocionalmente y eviten conectarse de manera profunda con otra persona. Esta barrera emocional puede tener efectos duraderos en su vida amorosa.
Cómo superar un final repentino
- Aceptar la realidad: Aceptar que la relación ha terminado es el primer paso hacia la sanación. Aunque es natural aferrarse a la esperanza de una reconciliación, es importante centrarse en la realidad de la situación y empezar a procesar las emociones. Un elemento que retrasa la aceptación de la realidad es el dicho que menciona: “La esperanza muere al último”. Y, se da un peso sobrevalorado a las cosas positivas, aunque estás hayan sido pocas.
- Buscar apoyo: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta puede ser muy útil para procesar los sentimientos de dolor y rechazo. El apoyo emocional de otras personas puede proporcionar una perspectiva externa y ayudar a lidiar con el estrés emocional. Contar con un apoyo social, es imprescindible para salir adelante.
- Reflexionar sobre la relación: Reflexionar sobre lo que salió mal puede ser doloroso, pero también es esencial para el crecimiento personal. Identificar los patrones de comportamiento o las señales que quizás no se vieron en su momento puede ayudar a evitar errores similares en el futuro. Muchas veces las banderas rojas de que ahí no es, son evidentes, pero si la persona se siente fuertemente atraída o enamorada, la corteza prefrontal se bloquea y no las percibe.
- Centrarse en el autocuidado: Después de una ruptura, es vital priorizar el bienestar emocional y físico. Actividades como el ejercicio, la meditación, escribir un diario emocional o simplemente pasar tiempo haciendo cosas que se disfrutan pueden ayudar a sanar las heridas afectivas.
Los finales repentinos en las relaciones de pareja son dolorosos y pueden dejar cicatrices profundas en las personas involucradas. La sorpresa, lo impredecible, lo inesperado, lo no deseado y la falta de preparación emocional amplifican el impacto de la ruptura, lo que hace que el proceso de superación sea más complejo. Sin embargo, con el tiempo y el apoyo adecuado, es posible sanar y aprender de la experiencia. Las relaciones humanas son intrínsecamente complejas, y comprender las razones detrás de un final abrupto puede proporcionar valiosas lecciones para futuras relaciones.
¿Qué nos dicen las investigaciones sobre los rompimientos repentinos?
Las investigaciones sobre finales repentinos en las relaciones de pareja abordan una variedad de aspectos, desde las razones psicológicas hasta los factores sociales y culturales que pueden influir en este tipo de rupturas. A continuación, se destacan algunos estudios clave y teorías que han explorado las causas y consecuencias de los finales repentinos en las relaciones amorosas:
- La Doctora en Psicología por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, Carly Rusbult, creó el modelo de inversión el cual menciona que las parejas comprometidas, mantienen y promueven sus relaciones transformando sus motivos personales en motivaciones de pareja para coordinarse y llevarse bien con el otro. Se dice que el compromiso con una relación es una función no solo del valor del resultado de la relación, sino también de la calidad de la mejor alternativa disponible y de la magnitud de la inversión del individuo en la relación. El modelo es muy parecido a la teoría del intercambio social de John Thibaut y Harold Kelley, la cual supone que: “inconsciente buscamos obtener el mayor beneficio de nuestras relaciones sociales al menor coste”. (Carrillo, 2019).
- La teoría del desgaste relacional, propuesta por investigadores como Rusbult (1980), sugiere que las relaciones tienden a deteriorarse gradualmente cuando los costos emocionales y psicológicos superan los beneficios. Sin embargo, aunque el desgaste ocurre lentamente, el final puede llegar de manera abrupta cuando uno de los miembros de la pareja toma la decisión final de terminar la relación. Esto se debe a que, en muchos casos, el malestar ha estado presente durante un tiempo, pero no se ha expresado abiertamente hasta el momento de la ruptura. (Rusbult Rusbult, 1980).
- El psicólogo clínico John Gottman, junto con su esposa Julie Gottman, propusieron: El Método Gottman, el cual, se basa en la teoría de «Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis», son cuatro patrones de comunicación negativos que pueden dañar gravemente una relación: la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y el bloqueo emocional. Según Gottman, la presencia constante de estos patrones es un indicador de que la relación está en riesgo de terminar. (Mentes abiertas Psicología, 2023).
- En un estudio sobre la comunicación en las relaciones de pareja. John Gottman & Levenson. Señalan que el «desprecio», la «crítica constante», la «actitud defensiva» y el «bloqueo emocional» son señales claras de problemas profundos que pueden llevar a un final abrupto. Aunque estos problemas pueden estar presentes durante mucho tiempo, la falta de comunicación efectiva o la acumulación de tensiones pueden provocar un final repentino cuando uno de los miembros decide que ya no puede continuar. (Gottman & Levenson, 1992).
- En otra investigación llevada a cabo por La Doctora en Psicología Carly Rusbult y sus colaboradores, quién también fue profesora y directora del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Vrije Universiteit de Ámsterdam (Países Bajos). Midió el nivel de compromiso y satisfacción en las relaciones de pareja, también con su modelo de inversión en las relaciones. Este modelo, se enfoca en cómo las personas evalúan el tiempo, el esfuerzo y los recursos que han invertido en una relación.
- Cuando uno de los miembros de la pareja percibe que su inversión no es correspondida o que los costos de mantenerse en la relación son demasiado altos, puede decidir ponerle fin rápidamente. Las investigaciones relacionadas con esta teoría muestran que las rupturas repentinas suelen ocurrir cuando una persona siente que ha perdido más de lo que ha ganado y ya no ve sentido en continuar con la relación. (Rusbult, Martz, & Agnew, 1998).
- Los psiquiatras Thomas Holmes y Richard Rahe, construyeron en los años sesenta del siglo anterior, una escala que le llamaron de Reajuste Social, en donde se evaluaban sucesos o acontecimientos de vida: “inesperados, no deseados, incontrolables y o cargados de consecuencias negativas” (Cervera & Zapata, 1984, p. 8). Entre los cuales destacaban, la muerte de la pareja, el divorcio y la separación de la pareja. Las crisis personales, como el cambio de trabajo, mudanzas o problemas familiares, son causas comunes de rupturas repentinas. Las crisis personales cuando se presentan en la comorbilidad varios acontecimientos desestructurantes amenazan la estabilidad de la pareja. Sobre todo, cuando las cosas no van bien.
- Investigaciones como las de Holmes y Rahe (1967) sobre el impacto del estrés en las relaciones muestran que los eventos estresantes pueden desestabilizar las relaciones, a menudo causando que uno de los miembros sienta que no puede manejar tanto la relación como sus problemas personales. La falta de recursos emocionales y apoyo puede llevar a un final inesperado, ya que el estrés se convierte en una carga que parece insuperable. (Holmes & Rahe, 1967).
- Existen muchos estudios relacionados con el impacto que genera una infidelidad. El impacto que se genera, depende de las circunstancias, la historia de la pareja, experiencias pasadas sobre este tema y el grado de conflicto que se mantenía, antes de ser descubiertos. La magnitud del impacto emocional de la infidelidad hace que muchas relaciones terminen de manera abrupta.
- La infidelidad es una de las razones más comunes de las rupturas abruptas. Diversos estudios han explorado cómo el descubrimiento de una traición puede causar un final repentino. Un estudio de los doctores Mark, Garcia, Fisher y Meredith (2014) indica que la traición sexual o emocional desencadena reacciones intensas de pérdida de confianza, lo que lleva a decisiones inmediatas de cortar el lazo afectivo sin posibilidad de reconciliación.
- Una investigación llevada a cabo por los doctores Jeffry Simpson y Steven Rholes, de la Universidad de Minnesota, sobre los estilos de apego y las relaciones románticas. Muestra, como el apego ansioso genera crisis en la edad adulta.
- Investigaciones sobre los Estilos de Apego. Las teorías del apego, desarrolladas por John Bowlby y ampliadas por Mary Ainsworth, también proporcionan una base para entender las rupturas repentinas.
- Los individuos con un estilo de apego ansioso o evitativo pueden ser más propensos a terminar relaciones de manera abrupta. Las personas con apego ansioso pueden sentir que no reciben suficiente seguridad emocional y, después de periodos de insatisfacción, pueden decidir terminar repentinamente. Los individuos con apego evitativo, por otro lado, pueden preferir distanciarse rápidamente de una relación cuando sienten que sus necesidades de independencia están amenazadas. (Simpson & Rholes, 2012).
- Las investigaciones también sugieren que los factores culturales influyen en los finales repentinos. Los aspectos socioculturales abarcan el desarrollo cognitivo y el aprendizaje de las personas y suponen que están influidos por el contexto social y cultural en el que se desarrollan. El punto de comparación como institución social es la familia y el tipo de familia a la que se pertenece influye en el comportamiento de sus miembros. No es lo mismo desarrollarse en una familia cohesionada o muégano a una familia individualista. Este meta-análisis explora cómo los valores culturales influyen en las rupturas de relaciones. Las culturas más individualistas fomentan finales repentinos, ya que los individuos valoran más la autonomía personal y tienden a terminar relaciones si estas ya no les aportan satisfacción personal. En sociedades más individualistas, donde el énfasis está en la autonomía personal y la búsqueda del bienestar individual, es más probable que las personas terminen relaciones rápidamente si sienten que no les satisfacen. Por el contrario, en culturas más colectivistas, las personas tienden a mantener relaciones incluso en circunstancias difíciles debido a la presión social o familiar. (Oyserman, Coon, & Kemmelmeier, 2002).
- El manejo de las emociones o la inteligencia emocional, influye en la forma como se afronta un divorcio y sus implicaciones en la ruptura emocional y la salud mental. La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, regular y comprender las emociones propias y ajenas, y sirve para: desarrollar relaciones empáticas, resolver conflictos, manejar el propio estrés, superar hábitos negativos y generar entornos saludables entre otras actividades más. Sin embargo, no tenerla, impacta nuestra salud mental.
- Un estudio realizado por Sbarra y Emery (2005) investiga las consecuencias emocionales de las rupturas abruptas, destacando que estas pueden tener efectos devastadores en la salud mental de las personas involucradas. Las personas que experimentan finales repentinos pueden enfrentarse a altos niveles de ansiedad, depresión y estrés, debido a la falta de cierre o de explicación clara sobre la ruptura. (Sbarra, & Emery, 2005).
- Desaparecer repentinamente o convertirse un fantasma en la convivencia cotidiana presencial o virtual, trae consecuencias negativas para las personas que la experimentan. Ghostear a una persona, no necesariamente es a una pareja potencial, se puede hacer en relaciones de amistad. Es desaparecer en un segundo de las redes sociales, tales como: Facebook, Instagram, Twitter o WhatsApp. La persona que desaparece, no responderá tus mensajes o llamadas. Y, borrará sus cuentas para que no tengas manera de encontrarlo.
- En la era digital, un fenómeno cada vez más investigado es el «ghosting«, que implica que una persona termine la relación desapareciendo sin previo aviso ni explicación. Un estudio de LeFebvre, Blackburn y Brody (2019) sobre el ghosting en las relaciones románticas sugiere que este tipo de finales repentinos es particularmente común en relaciones jóvenes o en la etapa inicial de citas, y puede causar un profundo dolor psicológico para la persona que fue dejada sin ninguna explicación. (LeFebvre, Blackburn, & Brody, 2019).
A manera de reflexión final
- Existe factores internos y externos, por los cuales se presentan finales inesperados, ambos están orientados a lo mismo: terminar una relación, generalmente, de forma unilateral, aunque también se presentan finales bilateralesrepentinos.
- Ambos factores presentan una singularidad y aunque pueden ser motivos personales o sociales, ambos comparten una comunicación distorsionada, falta de confianza, compromiso y amor.
- Entre los factores cualitativos individuales se destacan los amores: amores falsos, amores enfermos y amores que se desgastan a medida que la relación avanza.
- Entre los factores cualitativos sociales, básicamente se refieren a relaciones qué en la interacción social, obedecen a que no son aceptados por presiones familiares, de los amigos o conocidos y otras más que atentan contra los valores socioculturales, económicos o religiosos.
- Las diversas investigaciones señalan que las relaciones se vuelven asimétricas con el riesgo de ser abandonadassi: son más altos los costos que los beneficios que una persona invierte en tener una relación, como sugiere la teoría del intercambio social. Así mismo, otras se centran patologías de las parejas, eligiendo desde sus carencias psicológicas individuales y otras más en donde uno de los miembros de la pareja, desde el principio, solo busca su beneficio personal sobre la ganancia y la cooperación del nosotros en el crecimiento de la relación de pareja.
- Las relaciones románticas son más estables, aunque pueden terminar, esto no será de manera abrupta o repentina, sino mediante un proceso que implicará finalmente la separación sana.
- A pesar del dolor que encierra un final repentino o abrupto, es mejor que se presente, antes de establecer compromisos más serios, lo cuál sería más doloroso.
- Las investigaciones sobre finales repentinos en las relaciones de pareja abarcan desde la psicología individual hasta factores externos y culturales. Estos estudios ayudan a entender no solo por qué ocurren estas rupturas, sino también cómo afectan emocionalmente a las personas involucradas. Las teorías del apego, el impacto del estrés, la infidelidad y los patrones de comunicación deficientes son solo algunos de los factores que pueden contribuir a estos finales