Los impactos emocionales positivos favorecen el recuerdo de eventos similares futuros
Los impactos emocionales positivos favorecen el recuerdo de eventos similares futuros
Todos los procesos psicológicos se relacionan unos con otros, esto incluye a la memoria y las emociones. Desde hace años, los científicos saben que las personas recuerdan mejor las cosas que tuvieron algún impacto emocional. Esta es la razón por la que las experiencias traumáticas suelen recordarse de manera vívida. Ahora, un nuevo estudio señala que los impactos emocionales positivos favorecen el recuerdo de eventos similares futuros.
De acuerdo con la investigación, cuando alguna información se vincula con emociones agradables, es más fácil recordar información idéntica o similar. A continuación, conoceremos más detalles sobre este ensayo y sus implicaciones en la vida cotidiana.
Contenido
Memoria y emociones
En términos simples, la memoria es el proceso psicológico que nos permite almacenar, organizar y recuperar información pasada. Todos los días hacemos uso de esta capacidad como cuando buscamos algún objeto que guardamos o al recordar el nombre de alguien. También la memoria nos ayuda a evitar situaciones que pueden ser peligrosas o desagradables porque tenemos recuerdos acerca de experiencias similares.
Siguiendo esta línea, sabemos también que las emociones tienen un gran impacto en nuestra memoria. Por ejemplo, es fácil recordar la letra de nuestra canción favorita porque se asocia con sentimientos profundos. Del mismo modo, cuando alguien tiene una experiencia traumática, es probable que recuerde la situación con mucho detalle debido al miedo intenso que sintió.
En este sentido, un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge publicó un trabajo donde profundizan en este tópico. Si bien sabemos que las emociones influyen en la fijación de información que está presente en el momento, queda otra pregunta: ¿tienen algún papel en las memorias futuras? Con esta interrogante, Javiera Oyarzún, la principal autora y su equipo, desarrollaron un ensayo interesante.
Los impactos emocionales positivos favorecen a la memoria
Con el fin de demostrar si los impactos emocionales positivos favorecen el recuerdo de eventos similares en el futuro, diseñaron un estudio con voluntarios. A los participantes del estudio se les mostraban imágenes pertenecientes a dos categorías: animales y objetos. En este caso, los autores ofrecían recompensas cada vez que aparecía la imagen de un animal.
Luego, procedieron a comprobar cuáles imágenes eran capaces de recordar mejor. Como era de esperarse, las que mejor recordaban fueron aquellas que se asociaron con algún premio. Pero, esto no era lo que el equipo quería comprobar. Para la segunda fase del estudio, volvieron a presentar imágenes de las mismas categorías, pero, ahora no había ninguna recompensa.
Después, realizaron las mismas pruebas de memorias para verificar qué imágenes se fijaban mejor en la memoria. Se dieron cuenta de que los participantes recordaban mejor las imágenes de animales que las de objeto, a pesar de que ahora no obtenían recompensas. Por lo tanto, concluyeron que los impactos emocionales positivos favorecen el recuerdo de eventos similares futuros.
En otras palabras, si experimentamos emociones agradables mientras nos exponemos a algún estímulo, recordaremos mejor esa información y otras similares en el futuro. Por ejemplo, si te felicitan y recompensan por hacer una buena presentación de biología, en el futuro recordarás cosas relacionadas con más facilidad.
El papel del sueño
Otro aspecto interesante sobre el estudio es que comprobó también que el sueño tiene un rol importante en este fenómeno. Los participantes no mostraron la capacidad de recordar imágenes neutras parecidas a estímulos con impacto emocional, sino hasta después de 24 horas. Esto significa que el sueño favorece la consolidación de la huella emocional y mejora la capacidad de recordar información similar.
Entonces, no solo basta con que los recuerdos se asocien con alguna emoción agradable. También es necesario tener un descanso saludable para que la memoria se optimice.
Implicaciones del estudio
Ahora bien, ¿qué implicaciones tiene un estudio como este en la vida cotidiana? Javiera Oryazún señala que esta capacidad de memoria selectiva puede aprovecharse a nivel terapéutico en pacientes con dificultades de aprendizaje o memoria. Así, sería posible optimizar la memoria a largo plazo de estas personas y aumentar su calidad de vida.
Por ejemplo, en el ámbito educativo, las pacientes con dificultades aprendizaje o memoria tienen problemas para cumplir con las exigencias académicas. Si se aprovecha esta capacidad de retener información, es posible que tengan menos dificultades y una mayor tasa de éxito. A su vez, esto podría contribuir a su autoestima y bienestar emocional.
Por otro lado, este trabajo nos ayuda a profundizar en el papel que juegan las emociones en la consolidación de recuerdos. De nuevo, vemos que el impacto emocional que tiene cierta experiencia en nosotros es determinante para poder recordarla. Por esa razón es que es difícil recordar cosas triviales que carecen de valor emocional, como pensar en qué desayunamos hace una semana.
Por supuesto, esto no significa que solo las memorias que se vinculen con emociones serán las que podamos recordar. Es importante tener claro que la memoria es una capacidad compleja donde también intervienen otros factores como la repetición. Mientras más veces nos expongamos a cierta información, más fácil será recordarla en el futuro.
Si volvemos a la pregunta sobre lo que comimos la semana pasada, es posible que lo recordemos si tenemos una dieta específica. O si comemos el mismo alimento en un día específico cada semana. Allí, la repetición ayudaría a que el recuerdo se fije.
En conclusión, sí es un hecho que los impactos emocionales positivos favorecen el recuerdo de eventos similares futuros. Esperemos que otros estudios similares puedan aclarar más al respecto.